La continua protesta por parte de todos los países por donde pasa la antorcha es algo que lejos de resultar aislado, era esperable, dado que muchas protestas, de muchos tipos se dieron cita durante las olimpiadas o poco antes de que se celebraran.
El primer “boicot” de la historia de los Juegos, se produjo en Londres en 1908, cuando los Irlandeses pedían la independencia de Irlanda. Además, los americanos se negaron a realizar la reverencia al rey Eduardo VII. Pero no fue solo esto. Pasaron muchas más cosas. He aquí un rápido repaso a los boicots realizados durante los juegos:
Los Angeles 1932 – Un italiano hace un saludo fascista
Berlin 1936 – Los juegos de la propaganda nazi, en los que un atleta negro, Jesse Owens ganó cuatro medallas delante de Hitler
Helsinki 1952 – Los sovieticos se alojaban en territorio ruso y solo iban a competir a Finlandia
Melbourne 1956 – Paises de Oriente Proximo no fueron en protesta por la ocupación del Canal de Suez. España Holanda y Suiza se negaron a participar por la ocupación soviética de Hungria
Tokio 1964 – Indonesia y Corea del Norte no participaron. A Sudafrica no se le dejo participar debido a su política racial
Mexico 1968 – Algunos países avisaron que no competía si lo hacía la URSS por la ocupación de Checoslovaquia. Pasaron a la historia por las protestas raciales por parte de los americanos negros. Además hubo protestas por la matanza de Tlatelolco
Munich 1972 – Un grupo de palestinos secuestran y matan a unos israelíes
Montreal 1976 – Boicot por parte de países africanos y caribeños por dejar participar a Nueva Zelanda que había jugado en Sudafrica infringiendo la norma
Moscu 1980 – Boicot de EEUU y aliados. Hasta 62 paises faltaron a la cita rusa
Los Angeles 1984 – Boicot de URSS y aliados en respuesta al anterior boicot
Seul 1988 – Cuba y Etiopia no participaron por no estar de acuerdo de que Corea del Norte no fuera co-anfitrion
Atlanta 1996 – Estalla una bomba durante la celebración de los Juegos
Pocas citas se salvan de boicot, Roma, Barcelona y Sidney entre otras. El hecho de que exista rivalidades políticas y conflictos internacionales no debería ser motivo de boicot a unos Juegos, porque iria en contra de una de las máximas de la competición que es el hermanamiento de todas las naciones.
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